lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Hablamos de la coyuntura económica española en noviembre de 2013?

Para contextualizar adecuadamente la coyuntura económica española en noviembre de 2013, debemos retrotraernos al tercer trimestre. En el mismo, España abandonó la recesión técnica al crecer su Producto Interior Bruto (+0,1%) por primera vez en los últimos diez trimestres.

Esta mejoría se sustentó principalmente en la marcha del comercio exterior. Respecto al primero de los indicadores citados, aunque las exportaciones moderaron en el tercer trimestre su ritmo de avance (+0,4%, menor al de trimestres anteriores, según el Banco de España), el parón de las importaciones fue aún mayor (-0,7%), lo que permitió al país profundizar en el ajuste de sus desequilibrios exteriores.

También se sumó a la dinámica positiva la actividad turística, que obtuvo muy buenos registros durante el verano. Así, el gasto de los turistas internacionales registró un nuevo récord histórico entre enero y agosto, al alcanzar los 40.473 millones de euros (+7,2% respecto a 2012), según Hosteltur.




Esta buena tónica se trasladó también al empleo. En particular, la ocupación aumentó en 39.500 personas en el tercer trimestre de 2013 (+0,24%), dejando el número total de personas con trabajo en 16.823.200. Servicios (+123.000) y muy especialmente aquellas actividades asociadas al turismo compensaron la pérdida de empleo en el resto de sectores.

No obstante, la tasa de paro sigue siendo muy elevada (26%, más del doble de la media europea), lo que unido a la importante moderación salarial que se viene aplicando a lo largo del año (el aumento salarial pactado en convenio se limita al 0,55% hasta octubre), afecta a la renta disponible de las familias, lo quecontinúa lastrando el consumo y la demanda internos.

Esta debilidad se está trasladando a precios, pues las empresas intentan ajustar al máximo los precios con la esperanza de aumentar las ventas. De hecho, la inflación se situó en octubre en cifras negativas (-0,1%) por primera vez desde 2009, lo que quiere decir que el coste general de la vida se ha abaratado ligeramente en el último año, una vez absorbido el impacto de las subidas impositivas aplicadas en el ejercicio anterior.

La contención salarial y de precios, debería contribuir al proceso de devaluación interna favorecido por las distintas normativas del Gobierno, lo que en teoría -si se traslada a los precios de exportación- debería contribuir a mejorar la competitividad de las empresas españolas en el exterior.

Las principales incertidumbres que amenazan el modelo con el que se pretende consolidar la recuperación económica -el basado en fomentar las exportaciones a costa del consumo de las familias- proceden precisamente del contexto en el que se encuentra la economía internacional:

  • La Unión Europea, que es el destino prioritario de las ventas españolas al exterior, presenta un crecimiento anémico pese a las medidas extraordinarias de política monetaria que el Banco Central Europeo está adoptando para dinamizar la economía.
  • En Estados Unidos, pese a registrar mejores cifras socio-económicas, puede pesar mucho la inacción política de los últimos meses, con continuas controversias que pueden bloquear el funcionamiento del país.
  • En Japón, las autoridad han iniciado una serie de actuaciones económicas que tendrán repercusiones aún desconocidas, mientras el cierre en falso de la crisis medioambiental por las fugas de la central de Fukushima puede desestabilizar su balanza comercial por el sustancial aumento de las importaciones energéticas.
  •  Se sigue temiendo una súbita ralentización en las economías emergentes, agudizada por la reciente  salida de capitales que están sufriendo, lo que unido a los conflictos de Oriente Medio puede crear un cóctel explosivo.
Por otra parte, persisten las dificultades de acceso al crédito de empresas, lo que -pese a estar excesivamente endeudadas- dificulta su funcionamiento diario. Como también lo hace, por cierto, la morosidad de las Administraciones Públicas, que además acapara el poco crédito disponible, como recientemente ha alertado la Comisión Europea.

Las diversas medidas adoptadas por el Gobierno español para erradicar la morosidad , están ofreciendo resultados discretos, pues los distintos niveles de Administración están más ocupados en cumplir el objetivo de déficit impuesto por Bruselas, que en pagar a tiempo a los proveedores.

A este respecto, algunas instituciones como el FMI dudan que España cumpla con el objetivo de déficit comprometido (6,5% del PIB, del que el 3,8% corresponde al Estado Central, 1,4% a la Seguridad Social y un 1,3% a las Comunidades Autónomas). El Estado Central registraba hasta agosto un descuadre equivalente al 4,1% del PIB, por encima de su objetivo para todo el año. Sin embargo, gracias a un reciente cambio normativo de Eurostat, se han revisado a la baja las cifras de déficit registrado a mediados de año, lo que podría facilitar su cumplimiento en diciembre, aunque a costa de debilitar la imagen de las instituciones españolas.

Sí deberían contribuir a mejorar el crecimiento futuro algunas de las reformas adoptadas por el Presidente de Gobierno Mariano Rajoy. Por ejemplo, con la recientemente aprobada Ley de Emprendedores, con la puesta en marcha del Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) para medianas empresas, o la Reforma de las Administraciones Locales, jugarán un papel fundamental a medio plazo.



Además, sería preciso completar otra serie de reformas en marcha como la del sector financiero -que debería ser prioridad absoluta- o el eléctrico -para eliminar el insoportable déficit de tarifa-, e introducir una mayor competencia en algunas actividades excesivamente reguladas -principalmente en el sector servicios-.

Solamente así se estará en disposición de situar a España en un posición ventajosa para aprovechar la recuperación económica. Por el momento, parece haberse tocado fondo. Pero eso es una cosa, y retomar una senda sostenida de crecimiento es otra muy distinta. La pregunta ahora es cuando podrá empezar España a salir de ese "fondo". Pregunta para la que, desgraciadamente, aun no tenemos respuesta.

Licencia de Creative Commons

No hay comentarios:

Publicar un comentario